La funcionaria renovó el pedido para poner en agenda el debate para unificar la atención que hoy se reparte entre los sectores público, privado y obras sociales.
De un tiempo a esta parte, la mercantilización de la salud ganó terreno a partir de los vaivenes o directamente retiro del Estado como regulador y garante del acceso y la atención, sumado a cierto imaginario colectivo asociado a un concepto falso acerca de la ‘calidad baja‘ en lo público contra una supuesta excelencia en lo privado.
La pandemia sirvió para derribar mitos de que en la salud no sigue la lógica de mercado de la ‘autorregulación‘ y que la fuerte presencia de los gobiernos es clave para la organización y ejecución territorial, lo que a su vez reavivó el debate de proyecto de unificar el sistema de salud, que hoy comparte lo público con el sector privado y obras sociales.
Así lo entiende la ministra de Salud, Carolina Centeno, que considera no solo necesario sino fundamental la integración con el espíritu de optimar recursos y mejorar la atención sin perder de vista que lo sanitario no escapa a lo que acontece social y económicamente.
‘Como se pudo, en la pandemia la integración se dio porque se tuvo que compartir datos de ocupación de camas, acceso a tratamientos, derivación de sanatorios a hospitales, y ahora prácticamente sin circulación lo que se precisa es continuar con una unificación que se dio casi a la fuerza pero gracias a un Estado que estuvo a la cabeza‘, consideró.
Lejos de tratarse de un accionar intervencionista desde lo estatal, la ministra interpela a repensar estrategias sin alterar lógicas de funcionamiento pero que a su vez también los cambios cuenten con la voz de los protagonistas.
"Es necesario reducir la fragmentación del sistema porque como está hoy reduce y obstaculiza el acceso a la salud", consideró y como ejemplo de las bondades de la integración citó lo que ocurrió con los respiradores mecánicos.
"El Estado concentró la compra y distribuyó al sector privado pero regulando su uso, eso claramente sirvió para que no se atomicen los sectores y así como este caso se puede optimar la compra de insumos, medicamentos y bajar los costos", señaló.
En la conceptualización del sistema de salud, expresó que es central concebir a lo sanitario por fuera de los espacios tradicionales y para ello marcó que el impacto positivo de políticas inclusivas, a la par de trabajar en medidas preventivas.
"El 90% de los problemas que hay en salud están fuera de los hospitales y sanatorios, hoy la política que debe pensarse en la de inclusión social, acceso a agua potable, salarios dignos, educación y cultura", consideró.
SENTAR A TODOS
En el amplio debate que propone Centeno, insta a que además de los que hoy son subsectores de salud también tengan un lugar en la mesa universidades y sindicatos.
"Hoy las universidades siguen enseñando con la misma lógica que hace 50 años, se deben sentar con ministerios para ver qué médicos necesita la sociedad", expresó y añadió que el asunto también abarca a que deben reorientarse lo que se considera prioritario en cuanto a especialidades que no son las mismas que hace un par de décadas aunque la demanda sigue siendo la misma.
Las cuestiones de las formas de atención tampoco están exentas a lo que representa y la necesidad de unificar criterios y donde situaciones más dispares se observan expresó lo que ocurre con los partos en lo público y en lo privado.
"En los hospitales el 25% de los partos se hacen por cesárea y en el sector privado ocurre en el 99% de los casos, lo que implica que hay discrecionalidad en la aplicación de protocolos y eso no debe ser así", apuntó para subrayar los riesgos de complicaciones en futuros embarazos que se expone a quien se le practicó una cesárea y no lo necesitaba.
"La pesada herencia", el retiro de profesionales jóvenes y especialistas
En esta interpelación que exhorta la ministra de Salud sobre la sanidad en su conjunto está la política de recursos humanos y el principal déficit que se observa en los últimos años es la sangría de personal calificado que se dio a partir de leyes que permitían acceder a un retiro voluntario conservando una parte del haber.
"Es una herida que aún no cicatriza en el sistema, son médicos que no quisieron volver aun mejorando las condiciones de contratación antes de que optaran por el retiro", indicó Centeno.
En esa línea, comentó que el desafío para retener a los profesionales debe necesariamente preguntarse por cuestiones que trasciendan el haber para observarlo desde una lente de la integralidad que incluya el ocio y el tiempo familiar.
"Se le puede pagar 300 mil pesos pero si no se garantiza una calidad de vida y bienestar integral el médico no se quedará en el Estado", expresó.
Centeno agregó que se realiza un estudio en el cual se concluirá en las razones que llevaron a producirse un retiro importante de profesionales que en la mayoría de los casos fueron varones y en profesiones quirúrgicas.
Indicó que en el ida y vuelta periódico que tiene con sindicatos, los representantes de los trabajadores expresaron que se observaba que se había perdido ese sentido de pertenencia hacia el sistema público producto y con el tiempo se fue perdiendo también la figura de los "formadores intrahospitalarios".
Finalmente, en lo que hace a recursos humanos valoró los avances que se dieron en la regularización de un grupo importante de agentes.
"Se hicieron en los últimos dos meses 350 contratos de servicios para profesionales que se los hacía contratos directos, y también se incorporó a profesionales de los programas médicos comunitarios y expertos", enumeró.
"El sistema médico hegemónico es machista y patriarcal"
Una de las anécdotas que más recuerda la ministra para señalar el peso que tiene la cultura machista dentro de la sociedad y su impacto en la medicina es lo que le aconteció hace algo más de una década cuando llegó a la provincia apenas egresada de la Universidad de Buenos Aires, que en más de una oportunidad le tocó escuchar al paciente que "prefería" un médico hombre porque los varones tenían "más capacidad que las mujeres" en la atención sanitaria.
"Nos formamos dentro de un sistema hegemónico que es machista y patriarcal, por lo que hablar de perspectiva de género dentro de la medicina en inherentemente plantear una revolución", indicó.
No obstante, expresó que desde algunos años a esta parte se observa que en las universidades predomina la presencia de mujeres por sobre varones para formarse en medicina. "Hoy hay una 70% a 30%", agregó.
Haciendo hincapié de lo complejo que resultará desarraigar los patrones culturales que atraviesan a la medicina, indicó que la perspectiva de género que entiende debería ponerse en práctica tiene que ver básicamente con romper ese molde "paternal" que tiene el profesional con el paciente.
"Empezar a concebir que el médico no es quien lo sabe todo, no es el padre de nadie y tomar las decisiones por otro es empezar a aplicar la perspectiva de género", señaló.
"Hay que despatriacalizar las prácticas y la relación con los pacientes, siempre se busca un sistema de premios y castigos que es una lógica hegemónica", indicó.
Para concluir, como dato por resaltar dentro de una cultura que debe modificarse en pensar a la medicina desde la lógica de la atención basada en la "enfermedad", y para ello marcó lo que ocurre con la colocación de dispositivos intrauterinos, donde Chaco tiene excelentes números y quienes llevaron a cabo esa acción fueron obstetras y no médicos ginecólogos.-
FUENTE: www.diarionorte.com
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