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SANITARIOS TARAGUI

Mostrando entradas con la etiqueta Vidal Mario - Escritor Chaqueño. Mostrar todas las entradas
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domingo, 20 de diciembre de 2020

UN TRIUNFO AJENO QUE SENTÍ COMO PROPIO

Por aquello de que a veces uno siente como propio el triunfo de los amigos, mucho me alegraron dos nombramientos recientemente registrados en el diario Norte.

Se tratan de los de Sergio Schneider, elevado a director, y de Orlando Núñez, a la Jefatura de Redacción, el cargo que durante muchos años prestigiara Eduardo López.

Por cosas que tienen que ver con una historia que se remonta a más de cuarenta años atrás, me alegró de manera especial el caso del nuevo Jefe de Redacción.

Le dije que sentía como propio éste nuevo triunfo suyo. “Más vale, si vos me llevaste a Norte”, me respondió. Y recordamos una historia que en 1978 comenzó en Puerto Tirol.

“Un chico voluntarioso”

Ese año, vino a mi casa del barrio Pueblo Nuevo, a orillas de la laguna Beligoy, el vecino Pity Núñez.

Habíamos sido compañeros de trabajo en el Boletín Oficial de la Provincia, repartición donde trabajé algún tiempo como Corrector, a las órdenes de Carlitos López Piacentini.

Pity, por otra parte, era uno de los dos que –junto con “Rana” Mongelós- en el pueblo tenía un servicio de altoparlantes.

Si no era uno era el otro el que contratado por el municipio difundía los actos patrios o animaba los rabiosos campeonatos barriales de fútbol que entonces se hacían en esa localidad Puerto Tirol y donde más de una vez el trofeo para el campeón era una vaca.

En esa época yo era corrector de pruebas de galera en Norte, a las órdenes de Aledo Luís Meloni. Hacia esa dirección apuntó un pedido que me hizo el vecino y amigo Pity.

Me contó que tenía un hijo, un “chico muy voluntarioso” de 18 años, que quería trabajar.

Me pidió que viera alguna posibilidad de conseguir algo en el diario, que entonces estaba sobre la calle Pirovano, hoy Don Bosco.

A veces todos los planetas se ponen en fila para bien: hablé de tema con Aledo justo cuando uno de los correctores, un policía de apellido Fanti, notificaba su renuncia.

Aledo me pidió que viniera al día siguiente con “mi candidato”, para una entrevista.

Así lo hice. Recuerdo que la entrevista habrá durado menos de un minuto. Únicamente consistió en esta pregunta: “¿De qué cuadro sos?”. “De Boca, señor”, respondió el chico. “¡El puesto es tuyo!”, fue la contundente respuesta del poeta.

Así fue el ingreso de Orlando Núñez a Norte. Sigo teniendo por cierto que consiguió el trabajo no porque yo lo trajera, o porque era taninero, sino en mérito a que era bostero.

Lo que vino después

Como me había sucedido a mí, después él también saltó a la Redacción, y en forma paralela durante unos diez años integró el equipo informativo de la ex Radio Chaco.

También escribía en el ya desaparecido semanario, Los 90, revista dirigida primero por César Hermosilla Spaak y luego por mí.

Como correspondía a sus méritos, en el diario fue escalando posiciones: jefe de Corresponsalías y Secretario de Redacción.

Todo ello sin olvidar que también tuvo una intensa labor gremial que lo llevó incluso a conducir entre los años 2000 al 2007 el Sindicato de Prensa del Chaco.

Lástima que Pity Núñez haya fallecido. Hubiera estado muy orgulloso de su hijo, el periodista.-

FUENTE: Por Vidal Mario (PERIODISTA - HISTORIADOR)

miércoles, 16 de diciembre de 2020

"El día que San Martín creó la Orden del Perú"

En Lima, hace 199 años, el General José de San Martín protagonizó un acto que enriqueció aún más su extraordinaria historia: creó la Orden del Sol del Perú, que hasta el día de hoy se usa en ese país.

Y, queriendo además reconocer “el patriotismo de las más sensibles” creó también, para las mujeres peruanas, el premio “Las Caballeresas de la Orden del Sol”.

La ceremonia de entrega de las condecoraciones se hizo el domingo 16 de diciembre de 1821.

Ese día, el Protector del Perú entregó dicha distinción a 145 mujeres (33 de ellas religiosas), en mérito a sus notables servicios a la causa de la independencia del Perú.

El marino inglés Basilio Hall, que trató con San Martín en Perú, dejó una vívida descripción de la ceremonia, realizada en uno de los salones más antiguos del palacio de Lima.

Así lo relató el británico: “San Martín, sentado en la testera del salón, ante el inmenso espejo, con sus ministros a ambos lados y al presidente del concejo en el otro extremo, fue entregando a las caballeras las cintas y las condecoraciones”.

El distintivo consistía en “una banda de sed bicolor, blanca y encarnada que baje del hombro izquierdo al costado derecho, donde se enlazará con una pequeña borla de oro, llevando hacia la mitad de la misma banda una medalla de oro con las armas del Estado en el anverso, y ésta inscripción en el reverso: “Al patriotismo de las más sensibles”.

Las mujeres al escenario

Lo trascendente del referido acto fue que marcó el punto de partida de la inclusión de las mujeres en la política peruana de premios honoríficos, algo que ni siquiera había sido contemplado por los impulsores de la Revolución Francesa.

Los sectores dominantes tradicionales siempre le habían quitado crédito a la mujer como actora política.

Por ello, con toda justicia, se considera que la incidencia de la mujer en la vida política peruana comenzó con San Martín.

Por lo menos mientras él gobernó Lima las mujeres peruanas fueron actoras de una nueva era.-

FUENTE: Por Vidal Mario*(Periodista-Escritor-Historiador)

lunes, 23 de noviembre de 2020

FUERTES DEFINICIONES EN EL DIÁLOGO ENTRE LOS ESCRITORES CEFERINO REATO Y VIDAL MARIO

En el marco de un imperdible diálogo entre los escritores Ceferino Reato y Vidal Mario, con fuertes definiciones de parte de ambos, desde Editorial de la Paz de Resistencia se presentó el nuevo libro del último de los nombrados, “Los 70 (La Década que Siempre Vuelve”).

Transmitido por medios virtuales, el diálogo incluyó las siguientes declaraciones de Ceferino Reato:

“Los montoneros afincados en Resistencia participaron muy activamente en la organización y en el ataque al cuartel de Formosa, el 5 de octubre de 1975, durante el gobierno constitucional de Isabel Perón. Aquel domingo murieron 24 jóvenes en el cuartel, en un combate franco, entre montoneros y soldados. 

Horacio Pietragalla era el jefe de la columna militar de Montoneros en el Nordeste; desde un negocio montado en Resistencia, alquilado al doctor Carlos Díaz, fue uno de los organizadores del intento de copamiento. Casualmente, es el padre del actual Secretario de Derechos Humanos de la Nación”.

“Los guerrilleros no defendían la democracia ni los derechos humanos. Luchaban, mataban y morían por imponer la revolución socialista. ¿Qué era eso?: el paso violento a una sociedad sin clases para lo cual, antes, había que ir a una dictadura del proletariado. En ese régimen, se destruiría a la burguesía. En los hechos, esas revoluciones se quedaron en dictaduras en nombre del proletariado, como sucedió en la Unión Soviética y Cuba”.

“No soy negacionista, por el contrario, soy muy afirmacioncita. Afirmo que el terrorismo de Estado de la dictadura dejó miles de víctimas, y también afirmo que los guerrilleros mataron a 1094 personas entre 1969 y 1979. 

En once años nuestros guerrilleros mataron a 230 personas más que los terroristas vascos de ETA”.

“No se puede equiparar el terrorismo de Estado a la acción de los grupos guerrilleros. No hubo dos demonios. La represión ilegal de la dictadura fue mucho peor”.

“Sobre la cantidad de víctimas de la dictadura no discuto cifras testimoniales o simbólicas. Me atengo a las cifras oficiales recopiladas por el Estado nacional y difundidas en 2015, durante el gobierno de Cristina: 6.348 desaparecidos, y 952 muertos. Total: 7.300 personas. Si a alguien le parece que son pocas, ya saben dónde tienen que quejarse: en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación”.

“Los dirigentes de La Cámpora se reconocen como hijos de los 70. Yo diría que son hijos pasteurizados de los 70: afortunadamente ya no hay violencia y su objetivo es mucho más módico”.


Vidal Mario y la memoria

A su vez, el escritor e historiador chaqueño Vidal Mario aportó al diálogo las siguientes definiciones:

“Ni Reato ni yo somos negacionista sino militantes de la teoría de las dos memorias. Defendemos el interés de la verdad y abogamos por una memoria que sea completa, porque si la memoria no es completa, no es memoria, es un fraude”.

“Tanto a nivel nacional como provincial, las autodenominadas comisiones de la memoria traicionan la historia. Usan la memoria como herramienta política. 

Eso y no otra cosa es en Buenos Aires el Parque de la Memoria y, en Resistencia, la Comisión Provincial de la Memoria. Son herramientas políticas, son perversiones de la historia”. 

“La Comisión de la Memoria del Chaco nunca estuvo ni está conducida por personas políticamente imparciales y objetivas sino por nostálgicos ex militantes montoneros. Ello invalidó e invalida a dicho organismo, sostenido por el Estado provincial, como instrumento útil para conocer la verdad. Al limitarse solamente a lo que ocurrió entre 1976 a 1983, le hacen un flaco favor a la memoria, a la historia y a la sociedad”

“Es cierto y verdadero lo que dicen en el sentido de que con apoyo legal los militares desplegaron y desarrollaron una cruel e innecesaria maldad en su enfrentamiento con la subversión. Pero no se puede enfocar la memoria sólo en los hechos ocurridos desde 1976; todos los años de la década del 70 fueron años de plomo y de sangre”.

“En el Chaco, en 1974 fueron capturados unos treinta subversivos; en 1975, otros tantos. En marzo de 1976, días antes del golpe, cayeron otros más cuando, como ya lo habían hecho el año anterior en Formosa, quisieron copar también el regimiento de Resistencia. 

Sabiendo que fueron capturados durante un gobierno constitucional, representado en el Chaco por el gobernador Deolindo Felipe Bittel, y puestos en manos de jueces constitucionales, se hacen llamar “víctimas del Terrorismo de Estado”. Lo hacen tal vez porque la chapa de héroe queda bien, o para justificar las suculentas indemnizaciones que algunos cobraron”.

“Lo veo a éste libro como un expediente de los crímenes cometidos en los años 70 en la Argentina. Aquí, Reato no busca favorecer a los guerrilleros o a los militares. Se limita a contar los hechos como fueron, no como fueron inventados. 

Lo veo como una información rigurosa sobre un tiempo en que Argentina vio desfilar tres patrias: una socialista que nunca llegó a nacer, una peronista que se hizo añicos en poco tiempo, y una militar cuyos horrores aún siguen estremeciendo”.-

viernes, 20 de noviembre de 2020

CÓMO SE INICIÓ Y DESARROLLÓ EL “LUCHE Y VUELVE” DE PERÓN

Hace 48 años, en el marco de lo que hoy se conoce como “Día de la Militancia”, Perón de nuevo pisaba suelo argentino.

Es famosa la foto que lo muestra al pie de la escalerilla del avión Giuseppe Verdi saludando a su gente al lado de Cámpora y Rucci, que lo protege de la lluvia con su paraguas.

Ese 17 de noviembre de 1972, luego de 18 años empedrados de violencia, se lograba lo que desde 1955 había sido su sueño y el de millones de fanáticos: el regreso al país.

Para que él pudiera regresar al país, desde 1969 a 1973 (FAR), (FAL), (ERP) y Montoneros, entre otras organizaciones subversivas, perpetraron 59 tomas de comisarías, universidades y pueblos enteros, 24 disturbios con incendio de automóviles y comercios, 19 secuestros que le reportaron a los guerrilleros millones de dólares, 26 operativos de robos de armamentos, y 42 atentados con explosivos.

A todo ello deben añadirse 554 asesinatos y los muertos en la masacre de Ezeiza. Nunca se conoció con exactitud cuántos murieron allí. 

Horacio Verbitzky habló de trece muertos y 365 heridos, pero se cree que la cifra oculta de muertos haya alcanzado el centenar.

Pero lograron el ansiado objetivo: el retorno del líder a la Argentina y al poder.

Sin embargo, para cuando volvió ya era un deteriorado y enfermo anciano de casi 80 años. Su regreso no le reportó beneficios sino graves perjuicios al país.

Su vuelta abrió la caja de Pandora de una salvaje disputa por el poder dentro de los propios peronistas.

El 12 de octubre de 1973, asumió por tercera vez la Presidencia, y el video blindado a través del cual habló al país fue todo un símbolo de la violencia que él había impulsado desde el exterior.

Viejo, con serios problemas de salud, acosado por las organizaciones guerrilleras y atrapado por la logia mafiosa P2, duró sólo siete meses en el poder. Murió el 1° de julio de 1974.

Perón lanza el “Luche y Vuelve”

Apenas llegó a Caracas el 9 de agosto de 1956, el exiliado Perón se puso al frente del Comando Superior Peronista en el Exilio y empezó a planificar su regreso al país.

Ya entonces pensaba (y así lo pensó siempre) que el único camino posible para su retorno era la violencia.

El sacerdote Hernán Benítez, ex confesor personal de Eva Perón, le reprochó duramente (el tiempo le daría la razón) que convocara a los peronistas a tomar las armas.

Lo hizo en una carta que le mandó el 28 de diciembre de 1956. Allí le dijo lo siguiente:

“Usted sostiene que el nuevo rumbo de la historia y el nuevo rostro de los tiempos está signado por la insurrección de las masas, la guerra y la muerte. Pero éste es el rumbo del antropoide del que partimos, y del demonio que llevamos adentro. No es el rumbo del superhombre cristiano que también llevamos adentro”.

Dos años después, ese mismo sacerdote volvió a pedir a Perón que cortara con su incitación a la guerra subversiva.

Fue a través de otra carta, fechada el 14 de enero de 1958, uno de cuyos párrafos resultó profética: “En las actuales circunstancias, ¿no se da cuenta, general, que la represión dejará ya no 30, ni 300 víctimas asesinadas, sino 3.000, sino 30.000?”.

Pero nada desviaba a Perón de su idea de una insurrección general de las masas. Seguía siendo el mismo que aquel que el 31 de agosto de 1955 desde los balcones de la Casa Rosada incitó a sus seguidores a salir a matar opositores.

“El pueblo tiene que hacer guerra de guerrillas”

En 1957, también desde Venezuela, Perón, en su carácter de jefe del Comando Superior Peronista en el Exilio, le escribió ésta carta a su delegado John William Cooke:

“El pueblo tiene que hacer guerra de guerrillas, que en la resistencia se caracteriza por la suma de todas las acciones. La suma de pequeñas violencias cometidas cuando nadie nos ve y nadie pueda reprimirnos representa en su conjunto una gran violencia por la suma de partes. 

Debemos organizarnos concienzudamente en la clandestinidad. Instruir y preparar a nuestra gente para los fines que nos proponemos, agruparnos en organizaciones disciplinadas y bien encuadradas por dirigentes capaces, audaces y decididos, que sean respetados y obedecidos por la masa, planificar minuciosamente la acción y preparar adecuadamente la ejecución mediante ejercitaciones permanentes”.

En la misma carta, insertada en las páginas 11 al 17 del libro “Correspondencia Perón-Cooke”, de Editorial Crónica, Perón seguía diciéndole a su delegado:

“Yo puedo asegurarle que, si dispongo del tiempo y de la tranquilidad necesaria, en poco tiempo tendremos el dinero suficiente para dotar abundantemente a las necesidades que se presenten. Estoy en realización de algunos negocios que nos permitirán no esperar más. 

Debemos comprar las armas y hacer llegar todos los elementos a través de las fronteras, mantener las relaciones en el país en el que estamos (Venezuela), donde podemos conseguir mucha ayuda. Pero hay que vincularse, trabajar, y tener yo cierta tranquilidad para poder pensar las cosas”.

“Kelly sabe cómo se hacen los líos”

En otra carta a Cooke (está en las páginas 185-186 del referido libro) Perón le contó éste secreto:

“Hace poco perdimos una partida de armas que me ofrecieron porque no teníamos la plata necesaria para pagarlas, pero espero poder, en el futuro, conseguir una similar. 

En Brasil hemos contratado para que las armas sean entregadas en territorio argentino, y ellos corren con todo lo referente al contrabando. Naturalmente cobran caro, pero tenemos más posibilidades de dinero que aquí, en la cantidad necesaria”.

En otra carta, Perón se refirió a la tarea que estaba realizando Guillermo Patricio Kelly. Éste había sido jefe de su fuerza de choque cuando él gobernaba la Argentina, ahora trabajaba como “asesor de seguridad” de Marcos Pérez Jiménez.

“El trabajo de Kelly, excelente –le dijo-, él sabe cómo se hacen los líos y cómo se saca provecho de ellos. Hay que dejarlo hacer, es un elemento de inapreciable valor para estas cosas, y estoy seguro que será de ayuda extraordinaria en los momentos que, según mi opinión, se aproximan”.

Pero todos los planes que pergeñaba Perón desde Venezuela para regresar a la Argentina se vinieron abajo cuando, el 23 de enero de 1958, cayó la dictadura de ese país.

Pérez Jiménez escapó a la República Dominicana con el avión presidencial y Perón se asiló en la embajada de ese país.

A los pocos días, en un avión militar escoltado por dos aviones norteamericanos, Perón también se exilió en la República Dominicana. Ahora, su nuevo protector era el generalísimo del ejército Rafael Leónidas Trujillo, uno de los más sangrientos tiranos que haya conocido América Latina.

“Quilombificaré el país”

Muchos años después, el 7 de agosto de 1960, ya en los jardines de Puerta de Hierro, Perón, que para entonces ya tenía 67 años, le hizo ésta confesión a su médico Hipólito Barreiro:

“Quilombificaré de tal manera la Argentina que cuando les entre la desesperación, me tendrán que buscar”.

Cuatro años después, el 2 de diciembre de 1964, Perón intentó regresar entrar a la Argentina en el marco del denominado “Operativo Retorno”, pero lo frenaron en Río de Janeiro.

Volvió a Madrid en el mismo avión alquilado que lo había traído, rumiando venganza.

Desde ese momento no se detuvo más en su proyecto de crear grupos que en pro de su regreso imaginaban, planificaban y perpetraban los más diversos actos violentos.

A esa serie de hechos violentos llamaron “Luche y Vuelve”, y le costó mucha sangre al país.-

FUENTE: Por Vidal Mario *PERIODISTA-HISTORIADOR

domingo, 28 de junio de 2020

HACE 85 AÑOS MORÍA LYNCH ARRIBÁLZAGA Fundador de la Reducción de Napalpí

En una de sus habituales efemérides, un medio local consigna hoy domingo: “El 28 de junio de 1935 fallece a los 79 años Enrique Lynch Arribálzaga", figura científica preponderante de su tiempo y prestigioso hombre público, promotor de iniciativas trascendentes para el desarrollo del Chaco”.

Y tiene razón. Lynch Arribálzaga fue todo lo que dice allí, y mucho más. Incluso fue el fundador de la Reducción de Napalpí.

A los  años de su muerte, vale la pena decir algunas cosas más sobre éste ilustre chaqueño por adopción.

Decir, por ejemplo, que era un bonaerense de pura cepa, nacido en Buenos Aires el 26 de agosto de 1856.

Era un militante socialista que pensaba que “la esclavitud no terminará en la Argentina mientras existan indios que sean parias”.

Trabajaba como Inspector Nacional de Defensa Agrícola cuando el 27 de octubre de 1911 a través de un decreto nacional fue designado Delegado de Reducciones.

Tomó un barco y a los pocos días desembarcó en Barranqueras. De Barranqueras viajó en tren hasta el kilómetro 60, donde se subió a un caballo y fue hasta el campamento del Regimiento N° 7 de Caballería de Presidencia Roca.

Llegó a ese lugar que entonces se llamaba Fortín Presidencia Roca el 28 de diciembre de 1911, y se presentó ante las autoridades militares asentadas en la zona.

El plan que traía consistía en que le entregaran 1.600 indios que las fuerzas militares de ocupación del Chaco tenían reducido en Presidencia Roca para con ellos como base poblacional fundar una Reducción en alguna zona a determinar.

Pero llegó tarde, ya no había un indio; todos se habían escapado y vuelto a los montes.

Lynch Arribálzaga bajó entonces a Resistencia y se instaló en una casa de la calle Ayacucho 87.

Desde allí ordenó a quien había designado administrador de la futura Reducción, Eufemio Salvador Romero, que explorara los campos fiscales de la zona de Napalpí y eligiera un lugar donde instalar el establecimiento indígena.

La llamada “Reducción de Napalpí” fue oficialmente fundada por el gobierno nacional el 24 de julio de 1912.

Napalpí era otra cosa

En éste punto es necesario dedicar algunas líneas (porque hay mucho mito sobre esto) a lo que verdaderamente en sus inicios fue la Reducción de Napalpí. Que al principio era otra cosa, no lo que fue después.

Lynch Arribálzaga decía: “La transformación del indígena por medio de la educación es el objetivo fundamental de la Reducción de Napalpí. Cualquier sacrificio que se le dedique a éste emprendimiento está justificado”.

Ya entonces saltaba claramente a la vista de todos que ese hombre no era un militar sanguinario o un político inescrupuloso dedicado a aprovecharse del indio.

Fue uno de los coleccionistas de insectos más famosos de América y muy respetado incluso en Europa.

También se desempeñó como encargado de publicidad de la primera revista científica argentina.

Fue periodista, secretario de Redacción del diario “La Unión” de la ciudad de Valparaíso (Chile). Años después, ya radicado en Resistencia dirigió el periódico “El Colono”.

Fue secretario del perito Francisco Moreno, y Florentino Ameghino lo designó director de la Sección Ornitológica del Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

Fue por ser un experto en la lucha contra la plaga de la langosta que el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación lo contrató como Inspector Nacional de Defensa Agrícola.

En 1907 fundó la Sociedad Protectora del Indio y diseñó una muy humanitaria forma de tratar a los aborígenes, a la que llamó “Método Argentino Indígena”.

Apoyó firme y decididamente la reivindicación política del Chaco, y como escritor publicó libros, uno de los cuales se titulaba “Materiales para una bibliografía del Chaco y Formosa”.

Fundó el Primer Museo del Chaco, fue secretario municipal de Resistencia, y como director de Parques y Jardines del municipio reorganizó la Plaza 25 de Mayo.

Fue, finalmente, uno de los fundadores y primer director de la Universidad Popular de Resistencia.
“Su vida romancesca está jalonada de episodios brillantes y siempre significativos” dijo, de él, Guido Miranda.

Hizo tantas cosas buenas y positivas por su patria adoptiva que en Resistencia hay una calle y dos bustos que merecidamente recuerdan su memoria.

Es de imaginar, consecuentemente, que un hombre de semejantes quilates morales y culturales no iba a andar por ahí organizando antros siniestros dedicados al mal.

Se enseña que Napalpí fue un centro fundado para una salvaje explotación del indio, pero no es cierto.

Por el contrario, fue una fresca avanzada de civilización que se plantó en medio de un Chaco todavía bravo y montaraz y de sólo 36.872 habitantes oficialmente censados.

Unos años después de su fundación, malos gobernantes y la resistencia de algunos blancos a que existiera dicha aldea india hizo que todo se fuera al demonio.

Pero en sus comienzos fue un establecimiento a través del cual Lynch Arribálzaga mostró al país cómo debe ser tratado el indio.-

FUENTE: Por VIDAL MARIO - Escritor y Periodista Chaqueño

martes, 7 de enero de 2020

Napalpí: ya no es hora de testimonios irrelevantes

El fiscal federal Federico Carniel entrevistó a Felipa Lalecori, de 90 años, hija de un supuesto sobreviviente de la masacre de Napalpí. 

Fue con el objetivo de añadir su relato a la causa que al respecto tramita el Juzgado Federal de Resistencia. 

La anciana basó su testimonio en lo que dice haberle transmitido su padre. Aunque sus dichos “forman parte de la tradición oral” fueron calificados de “muy importantes”. 

Hace 96 años que testimonios de esta clase vienen corriendo como agua de manantial. Muchos son de carácter fundamental por provenir de personas moral e intelectualmente intachables, además de ser personalidades contemporáneas del hecho. 

A casi un siglo del episodio, ya no hace falta inventar sobrevivientes ni recoger testimonios irrelevantes. Ya es hora de justicia. 

No se entiende por qué la Fiscalía Federal local se empeña en llevar adelante una “investigación”. Porque los hechos relacionados con esa matanza de aborígenes ya son de conocimiento público desde hace décadas, con más profundidad desde el año 1998. 

Acta de fiscales Funcionarios del Ministerio Público Fiscal suscribieron un “acta de apertura de la investigación”. Según informes periodísticos, lleva la firma de los fiscales generales Federico Carniel y Carlos Amad, el fiscal federal Patricio Sabadini, y el fiscal ad hoc Diego Vigay. 

Argumentan que “el objeto de la investigación es establecer el por qué, cómo y cuándo se consumaron los hechos”.

Estas tres cuestiones ya fueron esclarecidas y explicadas en el libro “Napalpí, la herida abierta”. Los fiscales quieren saber “quiénes son los máximos responsables y cuál es el origen y las motivaciones económicas, políticas y sociales que han conducido a su ejecución”. 

Estos puntos también ya fueron debidamente revelados y explicados con nombres y apellidos y abundancia de datos en el libro “Napalpí, la herida abierta”. 

Otro objeto de la investigación es, dicen, “que se conozca públicamente el contenido integral de esta historia de horror”. Desde 1998, año de la publicación de la primera edición de “Napalpí, la herida abierta”, la sociedad conoce pública e integralmente el contenido de esta historia. 

Además se busca, alegan, “la difusión pública y completa de la verdad de los crímenes perpetrados”. La difusión pública y completa de la verdad sobre ese crimen contra los aborígenes chaqueños ya ha sido revelada por el libro “Napalpí, la herida abierta”. 

Dignificar a las víctimas Finalmente, el Acta consigna que otra de las pretensiones de la investigación en curso es el “reconocimiento social y dignificación de las víctimas de Napalpí”. Justamente son esos dos derechos los que desde hace 96 años se espera de la justicia federal. 

Ese reconocimiento social y esa dignificación son las aún impagas deudas de la justicia argentina con las víctimas de Napalpí.-


FUENTE: *(Historiador) - Vidal Mario*

miércoles, 11 de diciembre de 2019

El día que Montoneros asesinó al general Jorge Cáceres Monié

Hace 44 años, el 10 de diciembre de 1975, apareció una nueva edición de la revista “Evita Montonera”, órgano de difusión de la organización terrorista Montoneros. 

Con el título “Crónica de la resistencia”, contenía un comunicado que reivindicaba la ejecución del ex comandante del II Cuerpo de Ejército, general de división Jorge Esteban Cáceres Monié, ocurrida una semana antes, el 3 de diciembre. 

El hecho, por su salvajismo y por la forma atroz en que dejaron morir también a la mujer del militar, generó el repudio y la condena de todo el arco político argentino. 

En su sepelio, quien en ese momento era comandante de ese mismo II Cuerpo de Ejército, con asiento en Rosario, lanzó éste fulminante juramento: “Amigo: no son argentinos los que te mataron, y por eso no les vamos a dar tregua. 

Los vamos a liquidar a todos”. “Operativo Cacerola” Sobre el hecho, reportes de la época relataron que el 3 de diciembre de 1975 el general Cáceres Monié conducía su camioneta desde Colonia Urquiza hacia Paraná. 

Para ello, había que cruzar un arroyo. El militar iba acompañado de su mujer, Beatriz Isabel Sasiaiñ. 

Cuando ambos estaban sentados en la cabina del vehículo, ya ubicados en la balsa con la que debían cruzar el arroyo, Montoneros desató su “Operativo Cacerola”. La balsa ya había comenzado a moverse cuando llegó un Ford Falcon que los embistió fuertemente, dejando a la camioneta parcialmente fuera de la embarcación. 

Del Falcon bajaron cinco terroristas armados que les dispararon a quemarropa, causándoles graves heridas. 

El conductor de la balsa, Américo Benavidez, se arrojó al arroyo. Uno de los guerrilleros sacó al militar de la camioneta y lo remató. Una mujer, con un revólver calibre 38, le descerrajó el tiro de gracia. Los ejecutores dejaron el cadáver en la balsa y huyeron en el auto con el que habían venido, llevándose también la camioneta. 

En su precipitada huida se llevaron a la esposa del asesinado, que estaba gravemente herida. A unos 15 kilómetros del lugar, la arrojaron a una profunda zanja. Allí fue encontrada muerta, posiblemente desangrada, por un vecino que pasaba por el lugar. 

En el sepelio, el jefe del II Cuerpo de Ejército, comandante general Jáuregui, declaró: “Pese a los indiferentes, a los indecisos, a los cobardes, a los que juegan con el país mientras otros juegan su vida por la patria, el triunfo será nuestro. 

Ésta guerra la vamos a pelear y ganar en el terreno que ellos elijan: en los montes, en las calles, en la universidad, en los medios de comunicación, en la justicia venal y complaciente, y en las organizaciones políticas que alienten la subversión”. 

 El destino de los asesinos Los acusados de asesinar al general Cáceres Monié y a su mujer tuvieron diferentes destinos. Mabel Fontana fue secuestrada dos años después, en abril de 1977. Hasta hoy está desaparecida. 

Edgar Tulio Valenzuela se suicidó con una pastilla de cianuro en 1978 cuando se vio cercado por las fuerzas de seguridad. 

Miryan Ovando fue detenida en el mes de mayo de 1977. 

Nunca más apareció. María Cristina Lucca fue detenida el 11 de noviembre de 1976. Recuperó su libertad el 13 de junio de 1983, meses antes del retorno de la democracia al país.-

FUENTE: Vidal Mario - Escritor Chaqueño

martes, 3 de diciembre de 2019

Las diferentes historias sobre la muerte de Carlos Servando Piccoli

En acto realizado por la Fundación “Patrimonio Colectivo Carlos Servando Piccoli” y la Universidad Nacional del Chaco Austral, en la Escuela Primaria 143 de Pampa Alegría se descubrió una placa en homenaje a Carlos Servando Piccoli.

La ceremonia trajo a mi memoria que el sábado 17 de marzo de 1977 el diario “Norte”, aún propiedad de Juan Carlos Rousselot, vinculado a la Triple A, trajo una triste noticia.

“Abrumado por la actitud de su hijo se habría suicidado el padre de un delincuente subversivo”, rezaba el título

Dicha crónica decía:

“Una dramática situación se habría vivido en un hogar chaqueño ante la decisión de un viejo residente que, apabullado por la situación de un hijo vinculado a la guerrilla, habría optado por quitarse la vida.

El hecho se habría registrado en el Lote 115 de Pampa Alegría, jurisdicción de Presidencia Roque Sáenz Peña, y su protagonista habría sido Luís Piccoli, de 59 años, padre del delincuente subversivo Carlos Servando Piccoli, que se encuentra prófugo.

Según informaciones extraoficiales, la esposa del atribulado agricultor lo habría hallado en el interior de un galpón existente en la finca, colgado de una gruesa soga, a una altura aproximada a los tres metros, y en medio de dos vehículos de su propiedad.

Las mismas fuentes señalan que Luís Píccoli vivía en un estado de depresión por la situación del hijo, ausente del hogar desde hace tiempo y conectado con actividades subversivas.

Esta situación habría impulsado a éste viejo agricultor a la tremenda decisión adoptada, sumiendo aún más a toda su familia en un estado de íntima congoja”.

Pasaron dos años. En la noche del 21 al 22 de abril de 1979, el citado guerrillero rural, hijo del agricultor Luís Piccoli, fue muerto a tiros en un camino vecinal.

“Le dispararon por la espalda”

Sobre las circunstancias de su muerte, su hermano Mario Piccoli dio ésta versión:

“Carlos venía esa noche en bicicleta hacia la casa de mi madre. Los dos agentes que estaban esa noche de guardia en un camino vecinal lo acorralaron y lo mataron. Era de madrugada. Le dispararon a quemarropa y por la espalda tres tiros. Pateándolo y golpeándolo sin piedad lo dejaron abandonado en medio de una agonía. Luego regresaron y tiraron su cuerpo en la parte de atrás de una camioneta policial, llevándolo a la comisaría de Presidencia Roque Sáenz Peña”.

Solamente tres personas estaban allí, en medio de la oscuridad del infinito monte: dos policías y un guerrillero. ¿Quién vio que le dispararon a quemarropa tres tiros?. ¿Quién vio que lo pateaban y lo golpeaban sin piedad para luego dejarlo abandonado en medio de una agonía?. ¿Quién vio que luego regresaron y tiraron su cuerpo en la parte de atrás de una camioneta policial para llevarlo a la comisaría de Presidencia Roque Sáenz Peña?.

Imposible determinar que realmente así ocurrieron las cosas. No hubo que presenciaran el hecho. Salvo que los árboles o los yuyos del lugar hayan hablado.

Roberto Baschetti: “Cayó en combate”

Roberto Baschetti es sociólogo, historiador y también ex Montonero. Escribió más de 25 libros sobre el peronismo. En uno de sus trabajos, titulado “Militantes revolucionarios: uno por uno”, dedicó un capítulo a Carlos Servando Piccoli. Allí ofreció una versión muy distinta de lo ocurrido esa fatídica madrugada.

Baschetti dijo lo siguiente:

“Perseguido antes y después del 76, el Ejército Argentino reiteró el pedido de captura contra él el 7 de diciembre de 1977.

Sabiendo que si se quedaba estático perdía, Piccoli se alzó al monte del interior del Chaco donde junto con los compañeros Lovey, Oriansky, Molina y otros emprendieron la resistencia a los intentos de aniquilamiento de la dictadura.

Éste grupo llegó a ser legendario en la zona y desbarató uno a uno los impresionantes operativos militares con el fin de capturarlos.

En septiembre de 1978, Carlos Piccoli, convencido por el Movimiento Peronista Montoneros, viajó al exterior para definir planes de acción en su ámbito.

Regresó en diciembre (en el marco de la denominada “Operación Retorno”), con el objetivo de reorganizar al campesinado por medio de las Ligas Agrarias y reunificar al peronismo en torno a sus banderas revolucionarias.

En cumplimiento de dichas funciones, el 21 de abril de 1979 a los 28 años cayó en combate contra las fuerzas de la dictadura.

Fue sorprendido por el enemigo en la Colonia La Matanza, jurisdicción de Quitilipi. Al toparse con una patrulla del Ejército, Carlos Píccoli, que iba solo, en una bicicleta, se resistió a la orden de entregarse con vida y peleó hasta el final.

Lovey: “¡Moriste peleando!”

Héctor Raúl Lovey, dirigente de las Ligas Agrarias Chaqueñas y a la vez militante montonero, fue otro de los que afirmaron que Piccoli “murió peleando”.

Estas fueron sus palabras: “Acusamos el impacto por la pérdida de un compañero de batalla. Por eso hoy el mejor homenaje que te podemos rendir es renovar el juramento de continuar la lucha sin desmayos junto a los trabajadores, junto a los campesinos y junto a todo el pueblo, por esa misma causa de liberación por la que vos y tantos miles de heroicos compañeros ofrendaron generosamente sus vidas.

Tu muerte física no empañará jamás la claridad de tu ejemplo victorioso. Vivirás en cada rancho, en los pechos de la juventud campesina y en los miles que levantarán las banderas e imitarán tu ejemplo. Porque aquel camino de tierra en que retuvieron tu cuerpo es para nosotros el más ancho, el verdadero, el camino de la victoria, el camino del pueblo. ¡Porque moriste peleando, como muere un Montonero, con un grito en la garganta, de pie, y combatiendo!”.

Confrontaban, entonces, dos versiones distintas. Según su hermano dos policías le dispararon cobardemente por la espalda, pero según los ex montoneros Mario Baschetti y Héctor Raúl Lovey murió en combate al toparse con una patrulla del Ejército.

Una bala en la cabeza

Hace cuatro años, en el 2015, a solicitud del Juzgado Federal de Resistencia, un equipo de Antropología exhumó y revisó su cuerpo. Se determinó que su muerte se produjo por una bala de grueso calibre que le perforó la cabeza.

Además de la certeza de que una sola y única bala fue la que se llevó su vida, hay otra certeza:

Que Carlos Servando Piccoli fue uno de los tantos perejiles que terminaron muertos de cara al cielo mientras sus máximos jefes se daban la gran vida en Europa con los millones de dólares que cosecharon con sus robos y sus secuestros.-

FUENTE: Vidal Mario* *(Historiador)

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