El concejal capitalino advierte que nada sabe acerca de si los oferentes para la prestación del servicio cumplen las condiciones del pliego.
Año nuevo, problemas viejos puede resumirse la consigna que planteó en la mañana de ayer el concejal capitalino Dino Ortiz Melgratti al referirse a lo que entiende como la paralización del Ente Regulador del Transporte (Enretra).
El ámbito en el que el gobierno provincial y los municipios del Gran Resistencia actuarán en todo lo que tiene que ver con el servicio de colectivos, uno de los más cuestionados.
El edil compartió este viernes frente a la sede de la Subsecretaría de Transporte un contacto con los medios y el lugar elegido no fue casual, ya que señaló que hace días se dirige hacia la sede en que funciona el Enretra en procura de conseguir información acerca del flamante espacio institucional y siempre se retira con las manos vacías.
«Estamos muy preocupados, se prometieron cambios de fondo pero resulta que la gente sigue esperando dos horas el colectivo», dijo Ortiz Melgratti.
El concejal insistió que desde que se hicieran los anuncios de modernización y se pusiera como punto de partida el nuevo año, nada se avanzó hasta entonces más allá de algunas fotos de micros nuevos que todavía no circulan por el Gran Resistencia.
ANUNCIO VACÍO
Para Ortiz Melgratti, lo experimentado con este servicio público es solo un «anuncio vacío» y fundamentó su argumento no solo que no funciona en Enretra sino que tampoco nada se sabe acerca de si los oferentes para la explotación del servicio cumplieron con las condiciones que exige el pliego.
«Qué pasa si ocurre lo mismo que Resistencia, donde la licitación quedaba desierta por falta de oferentes. Los usuarios deberán seguir esperando por un servicio mejor», se preguntó.
Según el edil, los problemas estructurales no solo que naturalmente no se modifican ante la ausencia de entrada en vigencia del nuevo sistema, sino que en época estival se agravan ante la menor cantidad de coches que ponen las empresas en la calle por la reducción de la actividad administrativa y escolar.
«Algunos pueden estar de vacaciones en verano, pero la gente tiene que seguir con sus actividades, hay recorridos que dejaron de hacerse por la falta de mantenimiento de las calles, la falta de iluminación y de seguridad, los vecinos del barrio Don Bosco tienen que seguir caminando ocho cuadras hasta la 9 de Julio para tomar un colectivo y lo mismo ocurre en otros sectores», agregó.
En su último contacto con la prensa por el asunto, el gobierno señaló que la intención es que el 1 de marzo comience a funcionar el nuevo sistema.
Se pasará de 190 a 250 coches afectados al transporte público de pasajeros en el área metropolitana, ampliando en 30% la cobertura espacial y 17% el acceso de usuarios.
Las nuevas unidades tienen motor Diésel V y Biodiésel, cumpliendo así con los parámetros internacionales de cuidado del ambiente. También indicaron que se pasará a 17 líneas, 26 ramales y una meta cercana a los 2 millones de pasajeros transportados por mes.-
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