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lunes, 31 de julio de 2017

"Desafueros eran los de antes" - Por Vidal Mario

En materia de desafueros, el país conoció tiempos mejores.

Desafueros eran los de antes. 

No existían novelas como la protagonizada por De Vido, quien zafó del desafuero gracias a votos como los de los cinco diputados peronistas chaqueños.

No hacía falta ser corrupto ni tener una mochila repleta de causas judiciales en las espaldas.
Bastaba con criticar a Perón, a Eva Perón o al gobierno para que un diputado sea desaforado y encarcelado.

Hablo de esos tiempos de Perón en que la ley de desacato metía gente presa a lo largo y ancho del país.

En Corrientes, el diputado provincial Patricio Eudoro Vargas Gómez (h) fue desaforado y encarcelado por llamar traidor al vicepresidente Hortencio Quijano y por recordar un viejo amor de Eva Perón con el diputado Ernesto Sanmartino.

En Salta, el diputado Lindoro Almada fue expulsado de su cargo de legislador por ?expresiones agraviantes para con el presidente de la Nación, en un acto público?.
Y así sucesivamente.

Incluso hubo uno que fue desaforado y echado de la Cámara sólo por dudar de la declaración jurada de bienes de Perón. Era el diputado nacional Atilio Cattáneo.

Caso emblemático fue el del diputado nacional Cipriano Reyes, ?hacedor del 17 de octubre?.
El propio Perón lo acusó de querer matarlo a él y a Evita. Detenido, encarcelado y torturado, fue liberado recién en 1955, irónicamente, por los militares.

Pasaron más de sesenta años de todo esto. Pero es bueno recordar por lo menos algunos de esos casos de desafuero.

Sanmartino, pionero

Los problemas del legislador nacional Ernesto Sanmartino comenzaron en la sesión del 8 de agosto de 1946, apenas un par de meses después de asumir Perón.

Dijo: ?Algunos diputados que se sientan en los escaños de la mayoría conocen, como Panurgo, las cuarenta formas del hurto?.

Por esta frase lo suspendieron por tres sesiones.
Dos meses después, en octubre, intentaron asesinarlo en su estudio jurídico de San Martín 448.
?Usted ha insultado al coronel, y no se lo vamos a permitir?, le dijo el atacante, identificado después como Manuel Costa, ciudadano español de 37 años.
El atentado fracasó. Sanmartino aseguró que Eva Perón había mandado matarlo. ?Pero tomó tanto vino que le salió mal?, dijo.

Se decía que, siendo actriz, Evita había tenido amores con el ahora diputado radical.
También molestaron mucho al poder oficialista estas declaraciones que formuló el 5 de diciembre de 1946: ?Casi toda la legislación obrera argentina es anterior a 1943. Las legislaciones anteriores a ese año fueron los que hicieron la verdadera obra revolucionaria en materia de justicia social?.
En junio de 1947, Sanmartino criticó los artículos que, con la firma de Perón, se publicaba en los diarios oficialistas del país: ?La historia argentina se inicia, para él, con su llegada. ¿Y antes no existía nada en el país?. Nuestro Presidente peca de falta de ponderación mental y de equilibrio mental?, apuntó

El tema central de la sesión del 5 de agosto de 1948 fue su expulsión de la Cámara. El legislador, abogado al fin, se defendió a sí mismo con estas palabras:

?No he venido aquí a ensayar reverencias frente al látigo ni a bailar lanceros. Esta no es una boite de moda, ni un club social. Ésta es la Cámara libre de un pueblo libre, y un Presidente de la República no puede hablar como el jefe de una tribu, al compás de tambores de guerra, para despertar el odio o la adhesión de las turbas ululantes. ¿Hemos planteado acaso alguna cuestión cuando el Presidente dijo, el 23 de junio último, que éste es un pueblo de diez millones de vagos??.

Perdió su banca, tras la votación, que arrojó 104 sufragios a favor de su expulsión, y 42 en contra.
?¡Viva Perón!?, gritó el bloque oficialista. ?¡Viva la República!?, respondieron los opositores.
Sanmartino fue la primera baja radical en la Cámara de Diputados de la Nación.

El turno de Araya

Un año después le tocó el turno a Agustín Rodríguez Araya, expulsado el 10 de junio de 1949. Antes de ser desaforado, éste se acordó ?de la policía, que trató de destruirle los testículos a Cipriano Reyes?.
Producido su desafuero por 108 votos contra 37, salió del Congreso escoltado por sus colegas Alfredo Vítolo, Ricardo Rudi, Emilio Mercader y Oscar López Serrat.
Enfiló resuelta y directamente hacia la embajada uruguaya, donde pidió asilo político.
Balbín se solidarizó públicamente con su compañero de bancada, diciendo: ?Un 10 de junio, por orden de Mussolini, fue muerto Mateotti, en Italia. Hoy, 10 de junio, Rodríguez Araya es expulsado del Parlamento argentino?.

Cae Balbín

Tres meses después, octubre de 1949, el presidente del bloque radical Ricardo Balbín, corrió igual suerte.

El pedido de desafuero provino de un juez santafecino con asiento en Rosario, Alejandro Ferrarons.
Ochenta y siete legisladores peronistas votaron a favor de su expulsión, treinta y siete en contra.
Tras la votación, Balbín expresó: ?Si con irme de aquí pago el precio de haber presidido este bloque magnífico, que es la reserva moral del país, han cobrado barato. Fusilándome aún no están a mano?.
Balbín fue a parar a la cárcel de Olmos, en La Plata. Volvió a ser encarcelado en 1950 y en 1954.

Por dudar de Perón

El 12 de diciembre del mismo año, los diputados oficialistas también eliminaron al diputado Atilio Cattáneo, un ex militar pasado a las filas del radicalismo. Lo hicieron por poner en duda la declaración pública de bienes de Perón.

En un discurso pronunciado en Jujuy, Cattáneo le había propuesto a Perón: ?Señor Presidente: Le compro su quinta de San Vicente en 55.000 pesos, el mismo precio en que usted la valuó cuando hizo su declaración pública de bienes, el 7 de junio de 1946?.
El juicio por desacato fue porque, según el magistrado, ?no puede dudarse de la palabra presidencial?.

Uno que no fue expulsado pero sí suspendido por diez sesiones, el 22 de enero de 1950, fue el diputado Mauricio Yadarola. Fue ?por aludir en forma sibilina, de randón y con arteria, a los delincuentes encaramados en la función pública?.
En enero de 1953, hubo una amnistía general.

El diputado Santiago Nudelmann presentó un proyecto de resolución solicitando informes al gobierno sobre las razones por las cuales pese a ello Cipriano Reyes, Luís García, Dardo Difré y Víctor Orba Farías seguían presos en la Unidad Penitenciaria Nacional y, Lidia Riquelme, en la cárcel de mujeres.

El caso chaqueño

Otro tanto le pasó al diputado provincial correntino Patricio Eudoro Vargas Gómez (h).
La noche del 13 de enero de 1947, habló en un acto radical realizado en la Plaza 25 de Mayo de Resistencia.

Otro orador era el joven dirigente José Agustín León, entonces de 26 años de edad.
No sabían que el policía y taquígrafo Eumelio González, escondido de civil entre el público, registraba sus discursos.

Por un discurso, al diputado correntino lo desaforaron, lo detuvieron, lo procesaron, le embargaron sus bienes hasta la suma de 30.000 pesos y, esposado e incomunicado, lo trajeron a Resistencia y lo encerraron en la cárcel como un delincuente.

La justicia federal lo sobreseyó recién cuatro años después, el 13 de febrero de 1951.
Lo dicho: desafueros eran los de antes, los que tenían lugar en los tiempos de justicia social.-

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