El atardecer del miércoles unas 200 personas ingresaron a la Distribuidora Norte, en General San Martín, incendiado la semana pasada, para llevarse todo lo posible.
Poco después arribó la Policía, lo que motivó que los intrusos se retiraran del lugar.
Cuando los efectivos revisaban la zona, encontraron un bebé de unos 6 meses que había sido abandonado entre las ruinas del edificio.
Más tarde los saqueadores volvieron a, literalmente, desmantelar el galpón.
Esta vez, se supo que los policías tenían “orden de no intervenir”, por lo que nada impidió a los vándalos lograr su cometido.
Ya durante el incendio hubo saqueo mientras los bomberos combatían las llamas, pero el hecho fue negado rápidamente por la versión oficial.-
FUENTE: http://hdpnoticias.com.ar/
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