El gobierno de Macri no solo hizo un desastre en el país en términos de recesión, desempleo, pobreza e inflación, sino que, además, dejó una enorme deuda externa, con muy altos intereses y cortos plazos. Imposible de pagar, era imprescindible una reprogramación de la misma.
El gobierno nacional informó en el día de hoy que ha llegado a un acuerdo, por una parte de aquella, la de legislación extranjera, con los acreedores.
Acorde a lo que se conoce, se logró extender los plazos de pago, realizar una quita y bajar los intereses de la misma, lo cual es muy positivo. Sin embargo, debemos decir que, acorde al objetivo de sustentabilidad en el tiempo que se buscaba, el acuerdo puede no garantizarlo.
La economía argentina está muy dañada y seguramente, como dijo el ministro Guzmán, estará el país fuera de los mercados de deuda por varios años. Por lo tanto, necesita como el agua los recursos que se generen para invertir, recuperar la producción, el consumo y generar empleo.
Salir lentamente del pozo, en definitiva.
Si esos recursos se destinan al pago de la deuda en los tiempos por venir, no tendremos salida. O se hará tan lenta y extendida que no tendrá sustentabilidad.
El acuerdo que se hizo con estos acreedores, por lo pagos durante este gobierno, por los intereses finalmente pactados y por el nivel de la quita final, deja un margen de dudas.
Habrá que ver a qué tipo de solución se llega con el Fondo Monetario Internacional, la nueva y determinante negociación que se abre ahora, para ver qué sucede.
Si en definitiva el acuerdo con el total de los acreedores, incluyendo el FMI, permite a la Argentina crecer con justicia social, aunque sea paulatinamente, el objetivo buscado de sustentabilidad -económica, social y política- se habrá alcanzado. Eso hoy no está asegurado.
FUENTE: HUMBERTO TUMINI
Presidente de Libres del Sur
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