Patricia Bullrich justificó el accionar violento y represivo contra una niña de 10 años que concurrió con su madre a la última manifestación de jubilados, y llama irresponsable y violenta a la madre de la niña por llevarla a una marcha.
De paso, expresa que está prohibida la presencia de niños en las manifestaciones. Algunos torpes libertarios que la apoyan en las “redes sociales” deslizan demencialmente hasta la posibilidad de quitarle la tenencia de la menor a la progenitora.
Pero acá la única violenta, irresponsable e ignorante, es Bullrich.
Comenzamos por lo de ignorante. En el artículo 5 de la Resolución 943/23 ( el nefasto “Protocolo Bullrich” para impedir y reprimir protestas) del Ministerio de Seguridad de la Nación se establece que en los procedimientos contra la concentración de personas en la vía pública se emplearán la mínima fuerza necesaria, con especial atención y cuidado ante la presencia de niños, embarazadas y ancianos. O sea, digamos, no existe tal prohibición de presencia de niños en las marchas ni siquiera en tal represivo esperpento libertario.
Hay que recordarle a esta señora, ignorante, que en nuestro país los niños son SUJETOS DE DERECHO y que, en tal carácter, no solo tienen libertad de expresión y de pensamiento sino también la libertad de asociación y de celebrar reuniones pacíficas, lo que incluye su presencia en ellas.
Así lo establece la Convención sobre los Derechos del Niño, instrumento que en Argentina posee jerarquía constitucional.
En el mismo sentido, tienen el derecho A OPINAR Y SER OÍDOS , lo que incluye participar y expresar libremente su opinión en los asuntos que les concierne y en aquellos que tengan interés , tal como lo dispone la Ley Nacional de Protección Integral de las Niñas, Niños y Adolescentes.
La única irresponsable en todo esto es la propia Bullrich, quien, en su alocado oficio de reprimir , no repara siquiera en cumplir lo que ella misma dispuso respecto a la protección de niños y ancianos en las marchas, exponiendo así la salud y la vida de los más vulnerables al dar vía libre a la política permanente del garrotazo , los balazos de gomas por doquier y al gaseo indiscriminado.
Los niños en Argentina no tienen la culpa de que su derecho a participar en reuniones públicas pacíficas de cualquier tipo, con sus padres o sin ellos, les sea negado hoy por el irracional , ilegal y violento accionar de un Estado gobernado por los Milei, Bullrich y demás falsos apóstoles de la libertad.
Sabemos que el gobierno de Milei y sus millonarios amigos necesitan instalar cada vez con más vehemencia que el concurrir hoy a una manifestación pública es un hecho de peligro para las personas que lo hagan.
Necesitan del miedo, atemorizar y reprimir constantemente para poder imponer el brutal ajuste contra el pueblo argentino. Así siempre fueron los gobiernos de derecha, desde la dictadura, pasando por Menem y Macri.
Reprimen y persiguen judicialmente a los movimientos comunitarios que luchan por el alimento que falta, reprimen y despiden a los trabajadores, golpean a nuestros abuelos y les niegan un miserable aumento en sus magros haberes.
Ahora ejercen la violencia del Estado sobre una niña y le echan la culpa por ello a una madre. Son cínicos e inhumanos. Cruzaron los límites.
Hay dos obligaciones que como argentinos bien nacidos no podemos dejar de cumplir. Una, es la de ser solidarios con todos aquellos que sufren las políticas de hambre y miseria que aplican el gobierno de Milei y sus aliados .
La otra, tan importante como la primera, colaborar con todas nuestras fuerzas para echar al gobierno que les genera ese sufrimiento.
FUENTE: CARLOS MARTÍNEZ / Presidente-Libres del Sur-chaco
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