La ministra Chiacchio Cavana se refirió a prácticas discriminatorias y mensajes difundidos a través de medios de comunicación que procuran desprestigiar el rol de la mujer en la vida política, generando vinculaciones con hechos inexistentes para minimizar, opacar e invisibilizar esfuerzos, disidencias y la lucha por la igualdad y la inclusión.
La ministra de Desarrollo Social del Chaco, María Pía Chiacchio Cavana reflexionó sobre la importancia de buenas prácticas en los mensajes difundidos a través de medios de comunicación social, con la premisa central de desterrar “la lógica del odio, la mentira y la misoginia”.
“Estamos construyendo un nuevo país, donde la violencia machista y patriarcal, y por extensión mediática, no son admisibles”, subrayó la funcionaria.
En un video difundido en sus redes sociales, expuso: “Desde el comienzo de la gestión tuve que escuchar diferentes audios y leer notas con similares características que, en esencia, no hacen más que reproducir una forma de ejercer violencia”.
“Todas las formas de ejercicio de las violencias nos deben interpelar de la misma manera”, subrayó y sumó: “Por eso me permito hacer esta reflexión, por varios motivos. En primer lugar porque, como verán, no lo hacen con todos.
Necesitan exponer los lugares de las mujeres, de las identidades diversas en la política de un modo cuestionable”.
“Si bien la militancia de los movimientos feministas, las decisiones políticas y las políticas públicas han permitido que cada vez seamos más las mujeres e identidades diversas incluidas en un espacio y en un gobierno con perspectiva de género y de derechos humanos, que tenemos la posibilidad de estar en espacios de toma de decisión, producto de actores como éstos no lo hacemos en igualdad de condiciones”, marcó con respecto a mensajes misóginos y discriminatorios que todavía algunos medios de comunicación sostienen.
“A pesar de los avances y de que son innegables, somos objeto de muchas situaciones injustas que implican discriminación y violencia”, alertó Chiacchio Cavana.
“Digo esto porque está naturalizado que, si una mujer o una persona de la comunidad LGBTIQ+ decide trabajar en política, tenga que pagar un precio altísimo en insultos.
Incluso muchas veces vemos expuesta nuestra vida privada, nuestra decisión de maternar o no; en otras ocasiones esto está vinculado con nuestro cuerpo o hábitos que son sometidos a escrutinio y a juicio en los ámbitos donde desempeñamos nuestras actividades”, señaló.
La disidencia que "molesta"
En esa línea, el mensaje de la ministra continuó: “Lo cierto es que hay un sector al cual nuestra disidencia y rebeldía les molesta, y nuestra politización aún más. Les molesta nuestra edad, que seamos mujeres insurrectas, subversivas.
Por eso necesitan realizar comentarios descalificadores y vincularnos con algún varón. Posicionarnos como ‘es la mujer de’, ‘la hija de’, ‘la amiga de’, poniendo en duda nuestra propia capacidad, trabajo y esfuerzo. Nos miden con varas diferentes y pareciera ser que nada de lo que hacemos es producto de nuestro compromiso, vocación de servicio y los espacios ganados con trabajo”.
Así subrayó que “ese trato diferencial y denigrante es lo que constituye la violencia política, visibilizada en cierto medio de comunicación que espera justamente que respondamos a estándares patriarcales, que nos quedemos calladas y que seamos conciliadoras; que espera que tengamos una conducta donde no confrontemos y escuchemos lo que tiene para decirnos”.
“En ese decirnos desinforman y procuran desprestigiar el rol de la mujer en la vida política, vinculándonos con hechos inexistentes, con una determinada persona y fundamentalmente generando estas vinculaciones para minimizar, opacar e invisibilizar nuestros esfuerzos, disidencias y nuestra lucha”, resaltó la ministra.
Compromiso
“Sé del compromiso de nuestras compañeras, de quienes me siento profundamente orgullosa y quienes también fueron víctimas de la violencia ejercida por un medio de comunicación”, lamentó la titular de Desarrollo Social. “Esta es una oportunidad más para ratificar que no vamos a tolerar que, a través de la violencia mediática, se revictimice a una persona”, acotó.
Con respecto a contrataciones y a dudas o sospechas sobre el actuar de un funcionario y funcionaria, requirió que cualquier ciudadano y ciudadana tome las medidas necesarias para ir a la justicia y denunciar, y no sólo concurrir a medios de comunicación.
“Muchos aún viven en el dolor de la discriminación. Ser homosexual no es un insulto.
Debemos tener en claro que, cuando una mujer participa en política, pone en juego sus esperanzas, sus sueños, sus proyectos colectivos, pero no su dignidad”, concluyó Chiacchio Cavana.-
