El gobernador Jorge Capitanich luchó 40 días a capa y espada contra el uso de barbijos como medida para reducir el riesgo de contagio de coronavirus. Pero al final la popular le torció el brazo y ahora no sólo lo recomienda sino que también usa uno.
Reacio y todo, en cuestión de horas pasó de un modesto “tapaboca”, a un mameluco con capucha, barbijo y bolsas en los pies.
Equipo completo. No tiene grises.
Aunque este progreso meteórico en materia de bioseguridad no se dio en un hospital sino en un criadero de cercos en General San Martín, es para celebrar.
Quién te ha visto y quién te ve.-
FUENTE: http://hdpnoticias.com.ar/
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