En lo que pareció un monólogo -con puntuales intervenciones del periodista-, Cristina criticó la gestión del gobierno nacional y condenó el aumento en las tarifas.
“En principio me resulta extraño hablar después de casi siete meses de haber terminado mi mandato y hablar del Gobierno que lo sucedió a uno. Creo que la situación general de la sociedad tiene que ver con las políticas de este Gobierno (…)
Es muy difícil tener otros resultados a partir de políticas de ajuste brutal, tarifario. Y además con el impacto que tuvo la eliminación de retenciones a ciertos sectores económicos”.
La ex mandataria no sólo pidió recordar el estado en el que recibió el país su esposo Néstor Kirchner -y posteriormente ella-, además destacó que, “con todos los errores, entregamos un país capitalizado, con recursos de los trabajadores tramitados por el estado a través de la ANSES, entregamos un país sin deuda.
Por eso a mí me da mucha tristeza [la situación social]. Esto no es una cuestión de malos y buenos, esto tiene que ver con la ideología”.
“Estoy siendo perseguida”
Consultada acerca de las causas judiciales por las que está siendo investigada y sobre una supuesta persecución judicial -y política-, Cristina respondió: “Lo soy. No es una sensación térmica, es claro y es evidente.
Yo soy perseguida”.
De inmediato, la ex mandataria expresó: “Tenemos que hacer una auditoría porque eso de decir alegremente que hay sobreprecios en la obra pública o la mentira de que alguien desvía el dinero mediante el alquiler de inmuebles es disparatado”.
En medio del escándalo protagonizado por el ex secretario de Obras Públicas durante su gestión, Jose López, en el monasterio de General Rodríguez donde intentó esconder nueve millones de dólares, la ex presidenta rápidamente se desligó del tema.
De hecho, nunca nombró a su ex funcionario.
Asimismo, aprovechó para desligarse de la causa que la vincula con Lázaro Báez: “Actuar con tanta liviandad y pensar que alguien a partir de un contrato de alquiler de un inmueble hace todo esto es increíble.
