Los ministros de Economía, Planificación e Infraestructura: Santiago Pérez Pons, y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología: Aldo Lineras, fueron los voceros de la propuesta oficial: 10 por ciento en marzo, 8 en julio, 8 en octubre y 9 en enero de 2023.
En suma: 36 por ciento, un incremento que no guarda relación con las proyecciones inflacionarias para este año que rondan el 50 por ciento.
El ofrecimiento no incluye la cláusula gatillo trimestral para corregir desfasajes inflacionarios, sino “revisiones” en julio y diciembre, lo que atrasa aún más la recomposición.
Este fue uno de los puntos cuestionados por los gremios, que reclamaron que la revisión sea bimestral.
Pérez Pons calculó que, según los planes del Gobierno, el valor del punto en marzo será 10,4327 pesos, en julio: 11,2673, en octubre: 12,1687, y en enero de 2023: 13,2638.
Y que, así, un docente sin antigüedad que en enero cobró 45.083 pesos, percibirá en marzo 49.030, en julio 52.503, en octubre 56.254 y en enero de 2023: 60.812 pesos.
Mientras, un docente con 10 años de antigüedad que en enero cobró 52.764 pesos, en marzo cobrará 57.499, en julio 61.665, en octubre 66.166 y en enero 71.633 pesos.
Ergo: el salario docente no sólo no correrá a la par de la inflación sino que se alejará cada vez más de la línea de pobreza, que en el último informe del Indec se ubicó en 76.146,13 pesos, mientras el límite de indigencia fue de 32.963,69 pesos.
Si se repitiera este año la inflación superior al 50 por ciento, en enero de 2023 los bolsillos docentes estarán aún más flacos que hoy.-
FUENTE: http://hdpnoticias.com.ar/
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